En esta entrada os vengo a explicar una cosa que nos pasó en clase y como maestra de nuestro gran grupo me hizo darme cuento de como todo lo que hacemos en el cole traspasa la puerta y llega hasta a casa. Y como, muchas veces, éste camino también se hace al revés. Y entonces ahí es cuando nos damos cuenta (yo la primera) de que estamos funcionando como equipo, estamos haciendo las cosas bien y aunque no lo veamos, no sepamos que nombre ponerle o no seamos conscientes de ello estamos haciendo COHESIÓN DE GRUPO.
Os explico.
Nuestro amigo Charlie tuvo un pequeño accidente, el cual lo mantuvo fuera del cole unos dias. En su ausencia estuvimos en contacto con él para animarle y ver como iba evolucionando.
Cuando volvió al cole todas y todos lo esperábamos con muchísimas ganas. ¡Volvia Charlie! Muchos días sin verle, sin disfrutar de su compañia y ademas con la preocupación (propia de nuestra edad) de saber que se habia caído y habia tenido que ir a curarse al médico.
Pues bien, resulta que la sorpresa nos la dió él a nosotr@s cuando vimos que en el tiempo que estuvo en casa su familia y él se dedicaron a hacernos a cada una y cada uno de nosotros una pulsera personalizada con nuestro nombre. ¡IMAGINAROS NUESTRAS CARAS!
¡NOS ENCANTÓ LA SÚPER SORPRESA!
No solo era una pulsera, era el hecho de que nos habian dedicado un tiempo a cada un@ de nosotr@s, haciendon@s únic@s y especiales haciendonos este regalo tan bonito a todo nuestro gran grupo.
Así que desde aquí quiero darle las GRACIAS de nuevo a la familia de Charlie por su dedicación en este pequeño gran detalle que tuvieron con tod@s nosotr@s.
Y ahora, os dejo con las fotos de los momentos. Espero que os gusten mucho.
